Esta nueva versión cuenta con una pantalla interactiva de 24 pulgadas que aporta una mayor compatibilidad de software a la tecnología avanzada de expositores de autoservicio para los sectores de alimentación y bebidas, comercio minorista, viajes y sanidad.

La comodidad de la tecnología sin contacto se ha convertido en un factor crítico para que las empresas satisfagan la demanda de los consumidores en diversos sectores y aplicaciones, como el pago de facturas, autoservicios, cafeterías inteligentes y probadores sin personal, entre otros. A su vez, la higiene de las pantallas táctiles es una de las mayores preocupaciones de los consumidores y una de las principales prioridades de las empresas. Esto ha llevado a una mayor aplicación de recubrimientos y películas antibacterianas en las pantallas. La película inastillable y el revestimiento antimicrobiano con certificación UL[1] que Samsung aplica a sus Kiosks protegen sus pantallas y a sus clientes.

Potente rendimiento, aplicaciones versátiles

Basado en el sistema operativo Windows 10 IoT Enterprise, el KMC-W amplía la compatibilidad del sistema operativo de Samsung Kiosk para satisfacer las necesidades de los clientes en diversos entornos empresariales. Equipado con el procesador Intel Core de 11ª generación[2], ofrece una potencia informática de alto rendimiento y compatibilidad total con los principales software de pedidos, puntos de venta y sistemas de gestión de propiedades. De esta forma, la pantalla viene equipada con varias opciones de CPU ─incluida una selección de procesadores Intel Celeron 6305E, Core i3 o Core i5─, así como una memoria rápida DRAM de 8 GB y una unidad SSD de 256 GB para una mayor capacidad de almacenamiento.

Al ofrecer más interfaces para periféricos de terceros, el KMC-W admite una amplia gama de casos de uso en todos los sectores. Sus amplias capacidades de integración permiten satisfacer las necesidades de una gran variedad de empresas, desde hoteles y aeropuertos hasta tiendas, restaurantes y farmacias. Las empresas pueden adaptar sus terminales a distintos escenarios, como escáneres de DNI/pasaportes, cámaras externas, terminales de pago y máquinas expendedoras.

El diseño compacto y las funciones flexibles del KMC-W lo convierten en el dispositivo perfecto para prácticamente cualquier entorno empresarial. Sus opciones de instalación flexibles, que permiten fijarlo a una encimera, a la pared o a un soporte que puede colocarse en cualquier lugar para integrarse perfectamente en su entorno[3], permiten a las empresas ahorrar tiempo, costes y espacio sin necesidad de construcciones adicionales.